Un móvil o una tableta sumergida en agua equivalen a un dispositivo inservible. Hasta ahora. La empresa Liquipel ha presentado en la feria CES, que se está celebrando en Las Vegas, una tecnología que puede aplicarse a todos los equipos de cualquier marca y que los protege ante accidentes acuáticos. Para que el proceso tenga lugar, es necesario que el usuario envíe a la empresa el dispositivo que pretende proteger.

Esta le añade un revestimiento nanométrico invisible al ojo humano que lo preserva del agua y la corrosión durante un tiempo. La empresa que ha desarrollado esta tecnología explica que el recubrimiento ?es 1.000 veces más delgado que un cabello?, por lo que no afecta a la apariencia o el rendimiento de los dispositivos.

Instrucciones ante accidentes

Pese a proteger frente al agua, sus creadores desaconsejan sumergir el dispositivo en agua de forma prolongada. ?Así como usted no tiraría intencionadamente el dispositivo al suelo después de la compra de una carcasa, no sumergiría el dispositivo intencionadamente en líquido después de aplicar la capa de Liquipel?, especifica el fabricante en su web. La tecnología protege ante la lluvia, derrames de líquido y la inmersión en agua durante un breve periodo de tiempo.

Si el accidente llegase a producirse, el fabricante ofrece unas instrucciones claras sobre los pasos a seguir, unas directrices que también pueden aplicarse a los dispositivos que no han sido recubiertos con Liquipel. Apagar el equipo, quitar la batería, secar las piezas tanto como sea posible no encenderlo hasta que se haya secado por completo y no cargarlo en al menos 24 horas son algunas de ellas.

Los precios de Liquipel varían en función del tamaño del dispositivo que se quiere proteger, aunque un iPhone ronda los 45 euros (59 dólares).