Norman es chileno, tiene 7 mil fans en Facebook, 2 mil seguidores en Twitter y es protagonista de su propio videojuego. Una figura emergente en el mundo de las redes sociales que promete ser un éxito, pero que, sin embargo, no deja de ser peculiar. ¿La razón? Es un perro.

Fue criado como si fuera un humano, creciendo con lo bueno y lo malo de nuestra especie, tema que critica con su ironía a flor de piel cada vez que tiene la oportunidad. Hablamos con uno de sus dueños, Andrés De Ferari, y nos señaló que Norman "es un perro rebelde que no obedece a las reglas impuestas por nosotros. Esto lo convierte en una criatura capaz de hacer o decir las cosas que las personas no pueden".

Pese a basar su popularidad en el mundo virtual, este particular perro es un personaje de carne hueso que está sentado en su escritorio alegando contra su jefe y auto-promocionándose a través de Facebook y Twitter. "Creemos que es bueno que la gente sepa que existe. Norman tiene claro que si logra que lo sigan y lo quieran en las redes sociales, puede traducir ese cariño en las ventas, sea lo que sea que venda", afirma De Ferari.

Según nos contaron sus creadores, la idea tras el proyecto es q, una vez alcanzado cierto nivel de popularidad, crecer hacia otras áreas, realizar juegos en otras plataformas, hacer cortos, comics, cine, animaciones y el merchandising con una tienda de Norman. Actualmente, el personaje tiene seguidores que le han agarrado cariño y se han identificado con el estilo de vida que quiere transmitir.

El videojuego

Norman es protagonista de su propio videojuego, cuya dinámica es la relación que el usuario tiene con el personaje. Debemos alimentarlo y mantenerlo contento, de lo contrario, tendrá distintas reacciones y se desquitará con nosotros. Funciona con el mismo concepto que sus cuentas en redes sociales: hay que prestarle atención. La aplicación se encuentra disponible para iPhone y Android.

El siguiente paso es la internacionalización del producto, donde sus creadores aspiran a cruzar las fronteras, aspirando a que Norman maneje distintos códigos culturales que mantendrán la esencia de este perro intacta.

"Ya tenemos algunas personas fuera de Chile interesadas en el personaje, así es que si todo sale bien, dentro de poco tendremos a Norman, un perro nacido y criado en Chile, pero que será capaz de manejarse perfectamente fuera del país", asegura De Ferari.